La confianza es como un vaso roto, una vez que se rompe por más que intentes arreglarlo, ya no vuelve a ser el mismo. Y en ese principio se basan las criptomonedas. Tomaron los cristales rotos de la sociedad descreída del sistema financiero que traicionó su confianza; para construir un refugio alternativo que suplante un régimen betusto que no dio las suficientes respuestas a los cambios requeridos por una sociedad con sed de cambios…pero sobre todo seguridad!
Y la gran paradoja de todo esto es que bitcoin no requiere confianza: ya que es completamente de código abierto y descentralizado. Esto significa que cualquiera tiene acceso al código completo en cualquier momento. Cualquier desarrollador en el mundo puede verificar como funciona. Todas las transacciones y bitcoins creados durante su existencia pueden ser consultados claramente en tiempo real por cualquier persona. Todos los pagos pueden hacerse sin depender de terceros y todo el sistema está protegido por algoritmos criptográfico revisados por usuarios; parecido a lo que se utiliza en banca electrónica. Ninguna organización ni individuo puede controlar.
Bitcoin y la red permanece segura aunque no se pueda confiar en todos sus usuarios. Para muchos cryptonautas este motivo es mas que suficiente para sentirse seguro a la hora de comerciar