Incendios en Grecia y California, inundaciones en China, el Río Paraná casi sin agua, son algunos de los semáforos que se van encendiendo en esta nueva década, que además nos recibió con una pandemia. En Zhengzhou, China, fue una de las zonas más afectadas por el agua, en la que murieron 12 personas tras quedar atrapadas durante horas en una línea de metro inundada, que nos mostraron postales nunca vistas y que sólo se podían ver en películas de Hollywood. (1)
Lo mismo sucedió en Austria donde un tren quedó atascado luego de las torrenciales lluvias, cerca de la ciudad de Salzburgo. (2)
Lo que llamamos cambio climático, esta empezando manifestarse de la forma más significativa durante este 2021, y sus consecuencias económicas ya se encuentran valorizadas según los posibles escenarios. De acuerdo a la variación de temperatura, la economía mundial puede perder un 18% del PBI, si no se toma ninguna acción con un aumento de unos 3,2 C hacia el año 2050. Y en Asia, la caída podría caer aún más y podría llegar a una perdida del 24% del PBI. (3)
En un mundo en recesión, estos escenarios económicos de cambio climático amenazan la estabilidad política y social de los países, que recién en últimos años están empezando a tomar conciencia de sus impactos. En la economía Argentina, una caída tan drástica del mundo asiático, podría profundizar aún más su crisis económica y social, ya que buena parte de sus exportaciones e importaciones, dependen de China, el gigante asiático.
Volviendo al cambio climático y sus consecuencias, en los últimos 20 años, el nivel del mar viene aumentando, en forma acelerada, duplicando su velocidad media de los últimos 80 años, debido a la acción humana de emisión de gran cantidad de gases de efecto invernadero, que fueron absorbidos en un 80% por los océanos. Esto trae como consecuencia la expansión de los mares, por dilatación térmica, deshielo de glaciares y casquete polares, tanto en la Antártida como en la región de Groenlandia. Estos cambios, pueden provocar un aumento en la intensidad de las tormentas cuando tocan tierra, como ya vimos en Europa y en China, pero lo más grave es la vulnerabilidad de millones de personas que viven en las zonas costeras. (4)
Se prevé, que para el año 2050, más de 800 millones de personas, se vean afectadas por el aumento en el nivel del mar; de las 570 ciudades que serán alcanzadas por este fenómeno, tendrán que soportar inundaciones cada vez más frecuentes. La mayoría se encuentra en Asia, como por ejemplo Calcuta, Bombay, Bangkok , Shanghái, entre otras; pero también ciudades como Miami, en América, pueden verse afectadas, poniendo en riesgo activos económicos, por 3,5 billones de USD para el 2050 (5). En cuanto a Buenos Aires, en el peor de los escenarios, de acá a 80 años, más de dos millones de porteños se verían gravemente afectados por el aumento del nivel del mar; incluido los barrios de Belgrano, Palermo y el sur de la ciudad (6). A pesar de que Buenos Aires, viene haciendo un buen trabajo en la reducción de los gases de efecto invernadero, ha disminuido un 15%, entre los años 2013 y 2018, y que piensa reducirla a la mitad para el 2030 (7), el mundo depende de que la emisión se reduzca en los países desarrollados e industrializados del hemisferio norte, como China, EEUU, Rusia y la India, que generan más del 40% de estos gases que generan el calentamiento global.
El cambio climático y sus consecuencias, no se están relacionadas con ideologías políticas, sino que responden a datos reales medibles, y predicciones que lamentablemente se cumplen a medida que transcurre el tiempo. Hace más de 40 años, Shell y Exxon fueron las primeras empresas que realizaron este tipo de estudios sobre el cambio climático generados por acciones humanas (8–9), y cuyos informes pueden consultarse públicamente en https://www.climatefiles.com/shell/1988-shell-report-greenhouse/.
Recientemente, la ONU ha sacado un duro informe a través del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, donde sus resultados, arrojan que el calentamiento global está a punto de convertirse en algo fuera de control, ya que los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera son lo suficientemente altos como para garantizar la alteración del clima durante décadas (10). Esta variación de temperatura, podemos observarla en el grafico inferior.
Fuente: https://www.climate.gov/news-features/understanding-climate/climate-change-global-temperature
La humanidad, cuenta con bastas herramientas tecnológicas, para hacer frente a este desafío que nos acompañará durante este siglo, y que promete desbastar las economías y a todas las sociedades del mundo con desastres naturales. Esto dependerá de que se tomen las decisiones y acciones políticas correctas, y por supuesto la sociedad deberá acompañar en este proceso de transformación. La economía circular debería estar presente, en el nuevo sistema mundial, donde las 8R tendrán que ser protagonistas al menos en los países más desarrollados. Nuestra vida debería orientarse a un sistema económico más sostenible, y trazar una nueva relación entre el consumo y los recursos. El rediseño de productos, el reciclaje, y reutilización, serán palabras claves en la sociedad del mañana. Y por supuesto, el cambio climático, es sólo la punta del iceberg, un síntoma de los desequilibrios que produce la humanidad en el planeta, que están descriptos y validados con datos reales en la obra Los limites del Crecimiento de Meadows; donde la relación de las variables de superpoblación, consumo, tecnología y recursos planetarios, pueden llevar al colapso durante este siglo. Es por eso la importancia de concientizar, y educar a la población, para que las futuras generaciones, puedan tener un lugar digno en donde vivir.