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Córdoba: Estafa moral de los reincidentes, que acompañan las crisis y no las solucionan

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Canal telefe de Córdoba

Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias, entra al cuarto oscuro cada dos años para –esta vez sí, claro que sí- dar el voto útil a quien trae las soluciones…resuenan en la memoria dulces y entusiastas melodías de campaña y al llegar a las pilas de votos… queda atrapado en un deja vu…

Nuevamente caen las máscaras y las ilusiones, de nuevo las mismas caras, los mismos nombres monopolizando la oferta electoral. No hace falta ser brillante para entender que la falla de la matrix se despereza cada dos años… y se repiten los candidatos, prendidos a la teta del Estado (con la nuestra).

La falsa grieta garantiza, a través de la filosofía de “votá al menos peor”, la alternancia en el gobierno de dos partidos y sus aliados que la han cagado desde 1983 hasta hoy. Con una caradurez asombrosa se postulan cada dos años, a pesar de tener mandato por cuatro. Este movimiento pendular los hace compañeros de un tango que se canta como una tragedia para los ciudadanos y se baila como una comedia entre viejos socios, cómplices que se rozan las partes sin pudor.

La angurria de poder los lleva a deshonrar el mandato que la sociedad les dio a través de las urnas y a saltar del Ejecutivo al Legislativo, de Senador a Diputado y viceversa, como Oakis insatisfechos, sabelotodos que no han solucionado un solo problema de los que tenemos desde el retorno de la democracia, esa con la que se come, se educa… ¿…?

Siempre candidato, nunca incandidato

Casi la totalidad de los postulantes son candidatos pese a tener mandatos electivos en otros cargos hasta 2023, sin dejar pasar una sola elección sin presentarse, incluyendo las provinciales y municipales. El récord de candidaturas históricas para las PASO es para Negri con 13 nominaciones, seguido por Juez con 12. Como entrenados atletas del juego de la silla, habiendo elecciones cada dos años, el promedio es de una candidatura cada menos de tres años. Del mismo modo es el incumplimiento del mandato por abandono, para pasar al nuevo cargo… hay dirigentes que llevan más postulaciones que períodos desde 1983 a hoy. Como en un tren fantasma, los atornillados a las sillas resisten hasta que se abre un nuevo lugar, donde acomodan a parientes, amantes y algún que otro aportante que entra por la ventana. De 20 precandidatos, 15 ya tienen cargos públicos. Tres son del Frente de la Polenta (Caserio, Estévez y Gill), 7 de Juntos por el Cargo (Negri, El Sukaría, Juez, Carrizo, Machado, De Loredo y Rossi) y 4 de Schiaretti (la esposa Vigo, la hija de De la Sota, Accastello y García Aresca, también de Hacemos Cagadas por Córdoba).

One by one, las figuritas fáciles cordobesas

Carlos Caserio, un porteño montonero, se escondió en las sierras de Córdoba y desde el retorno de la democracia trabaja vinculado al peronismo y a los K. En los ‘90 fue senador provincial y funcionario de Menem, luego de De la Sota y alternó entre diputado y senador desde 2003, abiertamente kirchnerista. Famoso en la Docta por estar denunciado por negociados, corrupción y narcotráfico.

Gabriela Estévez viene aposentada en la banca desde 2015 renovando cada dos años el mandato de cuatro. Pero la camporera desde 2008 tiene cargos como asesora, luego en anses… never actividad privada, siempre inprivada.

Martín Gill es insaciable. Fue por dos períodos rector de la Universidad Nacional de Villa María (gobierno de Néstor K) y secretario de Políticas Universitarias de la Nación (presidencia de Cristina K), intendente en 2015 con la lista del Frente para la Victoria y en 2019 fue por Hacemos por Córdoba (Schiaretti). Pero dejó solo al pueblo que le confió su destino en dos ocasiones, para ser Secretario de Obras Públicas a nivel nacional desde 2019. Está denunciado porque “pidió cuatro licencias consecutivas violando sistemáticamente el Artículo 91 de la Carta Orgánica de Villa María, que detalla que es incompatible el desempeño de funciones en el Gobierno Municipal y Nacional en simultáneo”. “Tres cargos para una sola persona, y eso es lo que nuevamente CCARI denuncia”, agregaron ante la nueva postulación. Martín Gill. 48 años. Seis candidaturas, cuatro municipales, dos nacionales. La primera candidatura fue en 1999 para concejal de Villa María, para la que fue por la reelección cuatro años después. De ese sitial, quedó a cargo del Ejecutivo villamariense cuando su expadrino político pasó a ocupar un cargo en el Gobierno provincial. En 2013 fue candidato a diputado nacional por el kirchnerismo. En 2015 fue elegido intendente de Villa María y obtuvo la reelección en 2019, pero pidió licencia para asumir como secretario de Obras Públicas de la Nación. La renovación de esa licencia ha generado controversias y hasta una denuncia judicial. Ahora, busca volver a ser diputado nacional por el Frente de Todos.

En su décimotercera ganga, Mario Negri es el cordobés más ofrecido (con su hijo varón de colado en las sábanas). Su cara empapela la Docta sin piedad… en un vale todo que mezcla cargos ejecutivos y legislativos nacionales, provinciales y municipales. Si se tienen en cuenta los 38 años de restauración democrática, el radical se anotó en una campaña una vez cada 2,9 años. Negri tiene cargos desde 1983 a la fecha (con algún recreo), alternando entre el Ejecutivo y el Legislativo, 1983 al ‘87 Dipu, ‘87 al ‘91 vicegobernador y desde entonces Diputado. Ahora quiere ser Senador y criticando al Senado actual recibió una parada de carro histórica de Rodríguez Machado y Lousteau.

Su exadversario, exsocio y actual contrincante, Luis Juez, le pisa los talones con 12 nominaciones, aunque arrancó más tarde y recién fue en 1991 cuando integró su primera lista. Famoso por bailar con la más fea y pelear cada miguita que queda en el mantel mientras reparten la torta. Luis Juez va rotando en la calesita, siempre junto a algún caballo, una vaca, chanchito o pato que lo acompañe. Le viene bien cualquier animalito de Dios que le permita seguir dando vueltas en la calesa. Intendente, Senador, Embajador, Diputado… desde 2004 no vive de su bolsillo sino del tuyo. Queda para el anecdotario su fracaso como Embajador y el ausentismo en las votaciones clave, mientras hacía su show en la televisión.

Soher El Sukaría es absolutista. Del grupo de Kammerath, armó el pro Córdoba en 2013 repartiendo los cargos entre amigos de la bandita de Germán, sin haber hecho hasta el día de hoy ni una interna partidaria, o sea nunca tuvo el aval de los afiliados, rotando los cargos partidarios y armando los electivos entre ellos, autoasignándose los espacios en los votos. Gracias a jamás haberse sometido a la evaluación de su desempeño ni permitir líneas internas en el pro, fue Legisladora y es Diputada. No cumpliendo el mandato, en 2019 fue una de los destructores de Cambiemos para poder postularse dos veces, consecutivamente, a intendente y a diputada. Porque está prohibido postularse en dos elecciones consecutivas por la misma alianza.¿Solución? Destruir la alianza. ¿Resultado? El urnazo de Schiaretti que se quedó con los votos propios y los votos castigo a los vendidos.

Carrizo fue intendente de Quilino dos períodos, entró a la UCR y es diputada desde 2013, viviendo de la tuya, otra partenaire del poder que vota leyes tan K como su origen.

Laura Rodríguez Machado también es de la bandita de Kammerath y tiene cargos públicos desde 1991. Junto a él fue funcionaria municipal de alto rango, durante una de las gestiones más corruptas que recuerda la sociedad cordobesa. Diputada y Senadora, desde que armó el pro se anota en todas: Alterna cargos partidarios y electivos, siempre en los lugares más altos de todas las boletas.

Rodrigo de Loredo, quien fuera yernito de oro hasta que lo vieron enfiestado con otra, insiste en la UCR con sus candidaturas, fue concejal y legislador provincial. Cuando fue legislador por 2da vez dejó el cargo para presidir Arsat, mientras el suegro Oscar Aguad manejaba el Ministerio de Comunicación. Hasta que le pidieron la renuncia por nepotismo. Hoy con Luis Juez sigue rosqueando por un sueño. Es otra carita de póster cordobés, le encanta empapelar fuera de los espacios y los tiempos de campaña. Cinco candidaturas, dos municipales, tres provinciales, una nacional. Hoy concejal y candidato.

Dante Rossi luego de remar en dulce de leche por la falta de internas en la UCR (ya que los que tienen cargos partidarios ocupan las candidaturas a cargos electivos, a pesar de que la Carta Orgánica lo prohíbe) y de sueños húmedos en el juego de la silla radical donde se repiten los apellidos, los hijos y amantes-secretarias, llegó a legislador provincial en 2007 (cuando Mario Negri perdió las elecciones a gobernador). En 2011 logró internas y Aguad lo vapuleó, Mestre lo nombró en la Muni y renunció. Insistidor el Colo, en 2019 logró negociar y bajando su candidatura entró en la lista de Mestre. Fue coqueto a dormir con el enemigo, llegando a legislador en el 5to puesto.

Gustavo Santos también practica el poliamor político, pasando de la UCR donde fue funcionario de Angeloz y del intendente Martí, a ser ministro de Schiaretti y De la Sota, ministro nacional con Macri, luego ungido presidente de la fundación Pensar y candidato a dedo tanto del Pro como de Juntos por el Cargo. Cuatro candidaturas: Dos municipales, una provincial, una nacional.

Mi amiga, Politóloga Empedernida, me tuitea: “Esa es mi mayor bronca… ¿Qué necesidad tienen de estar en listas si ya tienen cargo? ¿Que pasa? ¿Son Esenciales? ¡Soher, Negri, Juez, Rodrigo de Loredo, tienen dos años más, entraron en 2019! ¡Carrizo está en la cámara desde 2013! Entró como UCR (venía de ser intendente de Quilino como K por Acastello), Mestre la trajo a la UCR y desde entonces no sale del Congreso, fue cambiando el nombre de la lista y ella quedando…

Y me explica que la trampa es cambiar el nombre de la lista: “Por eso repiten y nadie les dice nada… En la Legislatura de Córdoba pasa lo mismo. Es vergonzoso. Se perpetúan en el poder. Nadie quiere largar la teta. Tampoco se hacen cargo del desastre que provocaron”.

Por el lado de Schoretti, la ley de cupo les sirvió a la famiglia: allá va Alejandra Vigo de Schiaretti, Natalia hija de De la Sota (las portadoras de apellido se publicitan como feministas: “ellas”). Alejandra Vigo suma siete candidaturas, una municipal, cuatro provinciales, dos nacionales. La Vigo es diputada desde el siglo pasado y tampoco se precia de honrar los mandatos de la lista del marido. De 1999 a 2001 diputada provincial, después legisladora, concejal, ministra y diputada, la teta del Estado nunca se agota, para eso están los nuevos impuestos, como el aumento a Ingresos Brutos en Córdoba que tan graciosamente le votó a favor suyo y de su cónyuge, en detrimento de los habitantes de la Docta. Por citar sólo un ejemplo de las numerosas ocasiones en las cuales los K y PJ cordobeses votaron en contra de quienes deberían representar.

Natalia Natalia, diría un policía, Natalia tiene mandato como Concejal hasta 2023. Pero se postula para diputada. La portadora de apellido tampoco honra el cargo. Tres candidaturas, una municipal, una provincial, una nacional, desde 2015 a hoy. La primera candidatura fue en 2015 como candidata a viceintendenta de Unión por Córdoba secundando a Esteban Dómina, lo que le valió una banca en el Concejo. En 2019, ya con su padre fallecido, encabezó la boleta de legisladores provinciales de Hacemos por Córdoba. Y ahora aspira a ser diputada nacional por esa agrupación.

Accastello está prendido desde 1991, fue concejal hasta 1999. Promovió la creación de la Universidad Nacional de Villa María, un reducto de adoctrinamiento kirchnerista. Luego intendente, ministro de De la Sota, Diputado, de nuevo dos mandatos consecutivos como intendente, hasta hoy ministro de Schiaretti. Sospechado de corrupción en el affaire Eninder con su colega Javier Pretto, actual presidente del Pro Córdoba, del riñón de Kammerath.

Ignacio García Aresca es el segundo del abandónico serial Martín Llaryora, quien nunca cumplió un mandato completo. Subió a la intendencia de San Francisco cuando su jefe político la dejó, renovó y pretende modificar la Carta Orgánica de su localidad para acceder a un tercer mandato consecutivo. Como Emperador de San Francisco fue parte de los vacunados VIP y tal como Natalia Natalia se presenta como una de las caras nuevas, pero al ser elegidos a dedo no tienen legitimación del pueblo para representarlo. Juega a la doble candidatura, como acostumbra la casta.

Fuentes: La Voz del Interior, La Nación, SomosCordobeses.com, Noticiero cordobés de Telefé.

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