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Irán, entre la designación y el repudio

El flamante presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi, designó como ministro del Interior al Gral. Ahmad Vahidi, uno de los presuntos participantes del atentado a la AMIA de 1994.

Vahidi fue incluido en una lista negra de Estados Unidos en 2010 y la Interpol lo busca por su supuesta participación en el ataque con bomba que destruyó la mutual judía de Argentina. El ataque causó la muerte de 85 personas y dejo varias cientos de heridos.

La mayoría de los nuevos ministros designados por Raisi pertenecen al sector intransigente del régimen, lo que da un atisbo inicial a su posible orientación en los próximos cuatro años.

Por otro lado, Raisi, clérigo conservador y extitular del poder judicial, postuló al diplomático de carrera Hossein Amirabollahian al puesto crucial de ministro de Relaciones Exteriores en momentos que Washington y Teherán tratan de revivir el acuerdo nuclear con las potencias mundiales.

La lista de ministros, con escasas sorpresas, debe ser confirmada por el Parlamento. El líder supremo habitualmente da su opinión sobre los puestos principales como el de canciller.

Amirabollahian, de 56 años, ha prestado servicios en varios gobiernos de las últimas décadas. Fue vicecanciller para asuntos árabes y africanos bajo el presidente populista Mahmoud Ahmadinejad, conocido por negar el Holocausto y por su controvertida reelección en 2009.

En 2013, cuando asumió la presidencia el relativamente moderado Hassan Rouhani, quien logró el acuerdo de mitigación de las sanciones a cambio de aceptar límites al programa nuclear, Amirabollahian conservó su puesto antes de pasar a ser asesor de asuntos internacionales del expresidente del Parlamento.

Las partes del acuerdo nuclear se han reunido en Viena durante meses para tratar de revivirlo. La última ronda de conversaciones finalizó en junio sin fijar fecha para su reanudación. Raisi ha prometido que se enfocará en la mitigación de las sanciones que han golpeado la ya maltrecha economía iraní.

Asimismo, Javad Owji, de 54 años, con varios años de servicios en el sector vital del petróleo y el gas, fue postulado como ministro de Petróleo. Mientras que Rostam Ghasemi, jefe de esa cartera durante la administración de Ahmadinejad, fue postulado como ministro de Caminos y Urbanización. La lista incluye al general Mohammad Reza Ashtiani, ex subjefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, como ministro de Defensa.

El repudio en Argentina e Israel por la designación en Irán

Después de varias horas de hermetismo, el Gobierno expresó su “enérgica condena” a la decisión del flamante presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi, de designar como ministro del Interior al General Ahmad Vahidi, uno de los presuntos participantes del atentado a la AMIA de 1994, que tiene alerta roja de Interpol.

Apenas conocida la noticia, el gobierno de Alberto Fernández, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores que conduce Felipe Solá, decidió mantener la cautela. En las primeras horas se mantuvo hermético y fuentes oficiales dijeron que “por el momento no realizarían comentarios”.

Sin embargo, hacia la tarde emitieron un comunicado donde expresaron que la designación “constituye una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). “Tal como fuera manifestado en el mes de agosto de 2009, cuando Vahidi fue nominado a ocupar el cargo de Ministro de Defensa, su nominación para ocupar un cargo ministerial en Irán ha sido recibida con grave preocupación y merece la más enérgica condena del Gobierno de nuestro país”, expresaron.

Vahidi fue incluido en una lista negra de Estados Unidos en 2010 y es buscado por Interpol por su supuesta participación en el ataque con bomba que destruyó la mutual judía de Argentina, donde murieron 85 personas y varias cientos resultaron heridos. Era jefe de las Fuerzas Quds cuando ocurrió el atentado terrorista a la AMIA, en 1994, donde murieron 85 personas y hubo 151 heridos. En 2006, el ex juez federal Rodolfo Canicoba Corral ordenó su captura internacional, junto a la de otros acusados por responsabilidad intelectual: Moshen Rezai, ex jefe de la guardia revolucionaria de Irán; Ali Fallahijan, ex ministro de Inteligencia; Moshen Rabbani, ex agregado cultural en Argentina; Ahmad Asghari, ex secretario de la embajada de Irán en la Argentina; y la de Samuel Salman El Reda.

El primer mandatario, Raisi, es un clérigo conservador y extitular del poder judicial. La mayoría de los nuevos ministros designados por Raisi pertenecen al sector intransigente del régimen. Antes de Vahidi, nombró al diplomático de carrera Hossein Amirabollahian en el ministerio de Relaciones Exteriores.

El flamante funcionario iraní figura desde julio de 2019 como terrorista en la lista UFI AMIA del Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento (RePET), ente creado bajo la administración de Mauricio Macri. Su nombre aparece aún bajo el cargo de “comandante de la Fuerza AL QUDS”, que ostentaba cuando ocurrió el atentado. El registro contiene un listado de 1.100 organizaciones y personas relacionadas con ataques de grupos extremistas, algunos de los cuales se vinculan directamente con los dos atentados ocurridos en Buenos Aires en 1992 y 1994.

El ex embajador de Irán en el país cuando ocurrió el atentado, Hadi Soleimanpour, también tiene pedido de detención internacional, pero no una circular roja, porque Interpol no las aplica a diplomáticos. Vahidi, al igual que Fallahjan, habría participado en la supuesta reunión en 1993 en la ciudad iraní de Mahshad en la que se habría decidido el atentado, según la UFI AMIA.

“Vahidi no se limitó a participar pasivamente del cónclave sino que además cumplió un rol protagónico al proponer que nuestro país fuera el objetivo del ataque. Su sugerencia tuvo éxito ya que, efectivamente, dicha propuesta fue la que se sometió a examen del Comité de Asuntos Especiales”, dice el dictamen firmado en 2016 por el fiscal Alberto Nisman.

El Gobierno destacó que Vahidi es reclamado por la Justicia argentina por haber tenido una participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado y recordó que sobre él pesa una orden de captura internacional de INTERPOL. Y exigió al gobierno de Irán a “cooperar de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”.

En julio, las mientras se acercaba la conmemoración de un nuevo aniversario del atentado terrorista contra la AMIA, las autoridades de la entidad judía le pidieron al presidente Alberto Fernández que el Gobierno que “sea proactivo” en las actuaciones para que se ejecuten las alertas rojas contra los acusados por el atentado, que sigue impune después de 27 años.

No es la primera vez que Vahidi provoca un conflicto diplomático. En 2011, el gobierno de Bolivia, bajo el mandato del presidente Evo Morales, recibió a Vahidi -entonces ministro de Defensa de Irán-, aunque luego lo expulsó para evitar un conflicto diplomático con la administración de Cristina Kirchner. En ese momento hubo un malestar generalizado en la comunidad judía. El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, declaró que la visita del iraní a Bolivia -había sido invitado para participar en dos actos militares en el departamento de Santa Cruz de la Sierra- era “una provocación”.

Israel por su parte, también repudió la designación del general Ahmad Vahidi como nuevo ministro del Interior del régimen iraní al recordar que se trata de “un criminal buscado por la Interpol por el asesinato de 85 personas en el impactante atentado de 1994 contra el centro comunitario judío AMIA en Buenos Aires”.

“La comunidad internacional debe condenar este vergonzoso nombramiento”, señaló la cancillería israelí en un comunicado.

El gobierno del primer ministro Naftali Bennett sostuvo que “esta es la cara del nuevo gobierno terrorista de Irán” y acusó al flamante presidente persa, el ultraconservador Ebrahim Raisi -el “Carnicero de Teherán”-, de ser el responsable “de la muerte de miles de iraníes, y sus ministros son responsables de asesinar a personas en todo el mundo”.

En ese sentido, la embajadora de Israel en Argentina, Galit Ronen, replicó el comunicado de la Cancillería israelí y sostuvo que “Irán ni trata de ocultar su política criminal y terrorista. Acaba de designar como ministro de interior alguien que es en el RePET (Registro Publico de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento) argentino y es vinculado al atentado contra la AMIA”.

Vahidi fue incluido en una lista negra de Estados Unidos en 2010 y la Interpol lo busca por su supuesta participación en el ataque con bomba que destruyó la mutual judía de Argentina el 18 de julio de 1994. El ataque causó la muerte de 85 personas y dejó varios cientos de heridos.

El nombramiento del general persa provocó una fuerte condena a nivel internacional. El gobierno de Argentina, por medio de un comunicado de su cancillería, repudió la decisión del régimen iraní, ya que Vahidi es requerido por la Justicia local por el atentado de 1994. “Argentina expresa, una vez más, su más enérgica condena a la nominación de Ahmad Vahidi a un puesto ministerial en Irán”.

El comunicado señala que, tal como ocurrió en agosto de 2009, cuando Vahidi fue nominado a ocupar el cargo de ministro de Defensa, su nueva nominación ha sido “recibida con grave preocupación y merece la más enérgica condena” del Gobierno argentino.

La Cancillería argentina recordó que el flamante ministro iraní es reclamado por la Justicia por su “participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado” contra la AMIA y que sobre él pesa una orden de captura internacional de Interpol. “Es una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista”.

Argentina exigió al régimen iraní que coopere “de manera plena” con la Justicia, “permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes”.

La Asociación Mutual Israelita Argentina también difundió un comunicado en el que “condena y repudia enérgicamente” la designación de Vahidi: “El nombramiento efectuado por el recientemente elegido presidente de Irán resulta inadmisible, y tal cual lo expresó hoy la Cancillería argentina, constituye una afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista”.

La entidad recordó que Vahidi era el jefe de las Fuerzas Quds, el brazo paramilitar del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, al momento del atentado perpetrado en la capital argentina.

“Desde 2007, Vahidi -sindicado por la Justicia argentina de haber sido partícipe responsable del ataque terrorista contra nuestra institución- es buscado por Interpol y pesan sobre él alertas rojas y pedidos de extradición para que declare en nuestro país”, remarca el comunicado.

La AMIA subrayó que para la Justicia argentina se encuentra probada la “responsabilidad intelectual y material” del ataque contra su sede por parte de “ciudadanos y funcionarios” iraníes y del grupo terrorista libanés Hezbollah, respaldado y financiado principalmente por el régimen persa.

“Ver cómo los acusados de haber participado en un crimen de lesa humanidad, en el que 85 personas fueron asesinadas y más de 300 resultaron heridas, siguen gozando de impunidad y, además, son recompensados con altos cargos políticos en su país, resulta dolorosamente inaceptable”, comentó la mutual israelita.

El ataque a la sede de la AMIA fue el segundo de los atentados terroristas contra intereses judíos en Argentina. En 1992 explotó una bomba frente a la embajada de Israel en Buenos Aires y mató a 29 personas.

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