El momento más tenso durante el debate de los candidatos a diputados se vivió entre Victoria Tolosa Paz y José Luis Espert cuando debieron debatir sobre economía, educación y trabajo. “Usted dice estupideces”, fue una de las acusaciones más fuertes del economista. Los temas más picantes fueron el pago de la deuda al FMI, la “ideología de género” en las escuelas y la inversión en educación por parte de los Estados nacionales, provinciales y porteños.
El primero en presentar su posición fue Espert durante el espacio de “minutos libres” en el bloque de economía, educación y trabajo en el debate que organizó el programa A Dos Voces en TN. “‘Estamos en contra de la ideología de género. Queremos que la educación sexual sea en la casa”, lanzó el candidato de Avanza Libertad. Esa idea fue apoyada por Cynthia Hotton al reclamar que se “despoje a la educación de esta imposición dogmática y de las ideologías de género. Con los chicos no se metan”.
Inmediatamente fueron cruzados por Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, al considerar que “atrasa”. “¿Por qué no quiere ESI?’ ¿No entiende la marea verde? Da bronca lo que dice”, remató. También recibió el apoyo de la candidata del Frente de Todos.
El economista liberal también aprovechó para cruzar a Tolosa Paz para pedirle que le “responda a los bonaerenses” sobre qué hará el Gobierno con el pago de la deuda del FMI: “Me da bronca y me empelota que no respondan y les falten el respeto a los bonaerenses”.
“Te vuelvo a preguntar, Tolosa Paz. ¿No te gusta la deuda, a mí tampoco me gusta, pero qué carajo van a hacer con la deuda el año que viene?”, preguntó Espert a lo que la candidata oficialista contestó: “Preguntale a Santilli”.
A su turno, Santilli resaltó que “el presupuesto educativo nunca bajó” y Tolosa Paz lo interrumpió: “¿Está hablando del presupuesto de la provincia o de la ciudad de Buenos Aires? Es vicejefe de la Ciudad. Todavía está hablando de la Ciudad. No conoces la Provincia, Santilli. Increíble. Inédito”.
“28 años gobernó el peronismo y 4 años María Eugenia Vidal. Por favor, no le pidan que en 4 años haga lo que no hizo el peronismo en 28″, insistía Santilli casi a los gritos ante las críticas de Tolosa Paz y Del Caño. El candidato de izquierda también recordó el caso de de la explosión de una escuela en Moreno cuando gobernaban el territorio bonaerense Cambiemos.
“Tenemos economía, trabajo y educación. Tenemos que trabajar en la inflación. Se necesita una ley de estabilidad económica. Hay que buscar a los pibes que se fueron de la escuela por diversas razones. Es importante que se gestione. Hace 14 años se estableció por ley el doble turno en primaria, obligatoriedad de salas de 4 y 5 años”, agregó Randazzo durante el único minuto que se mantuvo la calma entre los candidatos.
El momento más tenso se vivió cuando, casi al final del bloque, Espert interpeló a Tolosa Paz: “No contesta la pregunta. Pero le digo a los bonaerenses que si no le pagamos al FMI nos prendemos fuego y si le pagas la vamos a pasar mal también. Ya que estamos en el bloque de educación, viendo las estupideces que dice Victoria Tolosa Paz”. “Respeto le pido”, lo frenó la candidata.
“Si, si. Usted dice estupideces y no importa si es mujer o se siente una planta. Respeto es responder lo que le pido. Usted dice respeto yo digo que dice estupideces”, insistió.
En otra parte del debate, Tolosa Paz tuvo que responder las críticas por la eliminación del IFE en medio de la pandemia. En ese sentido, sostuvo que el Gobierno no sólo tuvo que “soportar” las consecuencias económicas de la pandemia, si no también de las políticas económicas de Mauricio Macri. “Siguen hablando de Macri. Siempre el mismo latiguillo”, interrumpió Santilli.
Otro de los cruces tuvo como protagonistas a Del Caño y Espert, en el que discutieron -desde las antípodas- sus modelos económicos y de país.
Comenzó el de Izquierda, preguntándole al candidato de Avanza Libertad si le parecía “un fraude laboral” el modelo de contratación de las App de delivery. A lo que el economista minimizó el caso y planteó que a él le preocupan “los seis millones de laburantes que no tienen nada, cero, no tienen derechos, no tienen vacaciones, nada…”. “Por mí que la empresa haga lo que quiera: que firme contratos de relación de dependencia, monotributistas…”, manifestó y agregó que en su vida nunca fue empleado en relación de dependencia y “nunca” se quejó.
“Espert avala un fraude escandaloso como el que se lleva adelante con las aplicaciones”, cuestionó Del Caño. “Vos te equivocás Nicolás, querés frizar la Argentina pobre”, retrucó el economista liberal. “Los ejemplos de tus países están cagados de hambre”, agregó citando los casos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
“Los países que vos defendés como Chile y Colombia, están estallados de movilizaciones”, replicó el candidato de Izquierda. Espert lo interrumpió y le dijo que Chile “tiene cuatro veces el ingreso per cápita nuestro”, e ironizó: “Dejame tener sus problemas”. “Ni a Estados Unidos podés defender”, atacó Del Caño elevando el tono y agregando que allí “allí hay una huelga histórica porque los trabajadores se cansaron de los que quieren como vos tenerlos superexpltoarlos y no darles ningún derecho…. en Estados Unidos”.
“¿Estados Unidos?”, le preguntó el candidato de Avanza Libertad tomándose la cara como gesto de no creer lo que estaba escuchando. “Nico, sorry, internate, vos estás mal de la cabeza”, contestó Espert.
“No te quedan más países para defender”, insistió Del Caño. “Yo creo que vos te tenes que internar”, remató el candidato liberal.
Santilli y Tolosa Paz, los protagonistas del debate
Diego Santilli y Victoria Tolosa Paz protagonizaron un debate de barricada, guionado hasta su último párrafo y condicionado por un coaching escenográfico que bloqueó cualquier gesto espontáneo que podrían haber exhibido los candidatos a diputado nacional de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
Santilli y Tolosa Paz se manejaron ante las cámaras de televisión como dos protagonistas de la novela de la tarde, y enfatizaron sus tramos del guión político sin dudar y con el tono perfecto en la voz. Los dos adversarios electorales entrenaron durante horas y horas, y ese training se notó al momento de discutir conceptos, ideas y proyectos propios.
El candidato de Juntos por el Cambio cuestionó al Vacunatorio VIP montado por Ginés González García, la fiesta de cumpleaños de Fabiola Yañez organizada en la quinta de Olivos y la gestión educativa del Gobierno durante los meses más duros de la pandemia.
La candidata del Frente de Todos apuntó contra Mauricio Macri y su decisión de contraer un crédito de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la administración de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires y la presunta dependencia política de Santilli con Horacio Rodríguez Larreta, titular del Gobierno porteño.
Santilli y Tolosa Paz coincidieron en una anómala situación discursiva: ninguno de los mencionó a Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, adversarios perpetuos del candidato de la oposición y jefes políticos de la candidata oficialista.
En su caso, Santilli defendió a Macri y Rodríguez Larreta, que no estuvo en las tarimas montadas para ver en directo el debate electoral. Y Tolosa Paz, por su parte, refirió a Axel Kicillof y tuvo como soporte en vivo a Martín Insaurralde y los ministros Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis, que sueñan con ganar las elecciones en Buenos Aires.
En épocas de crisis y abulia institucional, la izquierda y la derecha siempre crecen durante las elecciones de medio término. Tras un resultado en las PASO que despertó cierta preocupación en las coaliciones mayoritarias, Del Caño (Frente de Izquierda y de Trabajadores) y José Luis Espert (Avanza Libertad) cumplieron con las expectativas previas al debate.
Del Caño se aferró a una ideología que sólo existe en las cátedras de Historia Moderna y en un magnífico libro de Leonardo Padura, mientras que Espert planteó un programa liberal extremo que hizo recordar al capitalismo rampante de Gran Bretaña al comienzo del siglo XX.
Los dos candidatos jugaron a proteger su voto cautivo y a desnudar al otro para captar al indeciso que apuesta a los bordes del sistema electoral. Y los dos cometieron errores en la comunicación política: Del Caño acusó a Espert -sin ninguna evidencia- de encubrir a empresarios que tienen sociedades offshore, y Espert entregó su programa económico a sus adversarios en el debate, cuando lo único importante era que ese programa sea conocido por sus potenciales votantes.
Ni Del Caño pudo probar sus acusaciones contra el candidato de Avanza Libertad, ni Espert pudo explicar a la audiencia sus propuestas para lograr la felicidad ciudadana en un sistema económico capitalista.
Cynthia Hotton y Florencio Randazzo tuvieron un debate sosegado que aprovecharon al máximo.
Hotton defendió las instituciones democráticas, ratificó su discurso contra la corrupción y reiteró su mirada religiosa sobre las cosas que suceden en el ámbito político. Mientras que Randazzo propuso proyectos sobre educación y exportaciones que fueron novedosos y marcaron un punto de inflexión sobre el ruido y el enfrentamiento que protagonizaron Santilli y Tolosa Paz.
No hubo vencedores ni vencidos. Cada candidato ratificó su compromiso con su propio elector, y no sufrió ningún incidente que pudiera complicar sus votos del 14 de noviembre. Aún se recuerda a Richard Nixon transpirando frente a la sonrisa bostoniana de JFK, y a George Bush (padre) mirando el reloj ante Bill Clinton, que todavía era un perfecto desconocido en el establishment americano.
En los dos casos, el maquillaje de Nixon y la impaciencia de Bush, torcieron el debate y la historia de los Estados Unidos.
Anoche por televisión no sucedió nada parecido. Santilli, Tolosa Paz, Del Caño, Espert, Hotton y Randazzo regresarán hoy a la campaña electoral sin haber perdido ni ganado un voto. Y asumiendo -por el rating del debate- que la opinión pública estaba viendo otro canal.