InicioActualidad PolíticaAtenta Argentina que a Sansón le volvió a crecer el pelo

Atenta Argentina que a Sansón le volvió a crecer el pelo

Cuenta la leyenda que Sansón era un justiciero elegido por el pueblo en internas limpias que le garantizaban el apoyo ciudadano. Tenía una fortaleza impresionante y la usaba para defender a los débiles, tan querido por ser un juez popular con una larga cabellera oscura que era el secreto –dicen- de su indomable fuerza.

Dicen que en Argentina los políticos vivían enroscados en el sistema PASO, una ley que los obligaba a jugar el juego de la silla, donde ganaba el más pillo y no el mejor… el que caía por su propia torpeza quedaba en el piso al lado del que se desmoronaba ante la zancadilla, el tackle, la traba, los empujones y los golpes de los traseros de mayor tamaño.

En ese juego del vale todo ante las tetas de mamá Estado, embriagados en sus sueños de poder se presentaban los mismos trastes una y otra vez, pidiendo el voto por ser “el menos peor” y sufriendo el desgaste de la vida sedentaria en la banca, cada vez con menos encanto y más pesadez en sus nalgas.

Mientras los políticos exhibían sin pudor sus bajezas y agachadas armando un extraño pacto llamado “La grieta”, un grupo de economistas tomó protagonismo porque en lugar de expandir chicanas desde el trasero comenzó a alzar la voz para explicarle a la gente la causa de sus problemas y pensar posibles soluciones.

El pueblo de bolsillo flaco y el de bolsillo gordo pero explorado y saqueado por el tirano Afip votaba cada dos años para un mandato de cuatro, que pocas veces se cumplía porque en la elección siguiente, en lugar de aparecer caras nuevas, los mismos tujes de siempre rotaban en un juego de saltimbanquis que les aseguraba a ellos el curro y al sistema de Afip un vasallaje legislado para esclavizar al ciudadano, mientras lo mareaba con un extraño uso del lenguaje y lo distraía con estupideces.

Sansón, un Maestro de cabello largo y mirada alberdiana, le habló al pueblo cual profeta y le enseñó que para ocupar una silla en el Poder Ejecutivo o el Legislativo es mejor sostener en alto la cabeza y pensar en las necesidades de la gente antes que en la codicia de las posaderas. Mientras la cara casta legislativa se quedaba en casa y sesionaba por zoom, él con su megáfono vociferaba verdades incómodas para los dominantes, imprescindibles para desperezar a los dominados.

De su boca salía a cada rato una palabra que se transformó en grito de multitudinarias marchas de abanderados: Libertad.

En la más reciente, 65.000 personas en San Nicolás la cantaron una y otra vez, tal como la repetimos en nuestro Himno Nacional. Sin grietas, sin chicanas, sin sectores enfrentados. El sitio elegido para reunirse es el mismo de 1852, cuando fue firmado el Pacto de unión entre provincias, parte del derrocamiento del dictador Rosas para darnos una Constitución en 1853. Ese mismo Rosas que veneran los aspirantes a dictadores… ese mismo cuyo retrato exhibía autocracia desde las iglesias porteñas, hoy insulta la libertad desde el despacho del gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Nuestra Carta Magna liberal, la de Alberdi, establece un sistema electoral más justo que el actual, ya que la reforma de 1994 desvirtuó el federalismo para favorecer un poder centralizado en la provincia de Buenos Aires y frecuentes elecciones y reelecciones para el maldito kiosquito del puntero político, donde un equipo de garrapatas succiona la sangre y la dignidad del ciudadano, convirtiéndolo en un cliente que vota con una zapatilla para que le regalen la otra. En esa renguera, el cliente deja de ser un ciudadano para ser un mero consumidor.

El Sansón nuestro, el Peluca, tiene también otro grito, “Viva la Libertad, Carajo” como el San Martín de nuestra época, homenajeando su dicho “Seamos libres, que lo demás no importa nada”.

Por eso hoy más que nunca alcemos las voces para darle el lugar que se merece, para que desde adentro de la Cámara construya la honorabilidad perdida.

RELATED ARTICLES

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_img
spot_img